Seleccionar el tamaño y tipo adecuado: Es fundamental elegir el racor apropiado para cada aplicación, considerando el flujo de aire, la presión y las dimensiones de las conexiones. Inspeccionar regularmente: Se recomienda revisar periódicamente los racores en busca de desgaste, daños o signos de fugas, y reemplazar aquellos que presenten algún problema. Aplicar cinta de teflón: Para asegurar una conexión hermética, es aconsejable envolver las roscas con cinta de teflón antes de unir los racores. No sobrepasar límites de presión: Respetar las especificaciones de presión máxima de los racores para evitar fallos y accidentes. Almacenamiento adecuado: Cuando no estén en uso, es importante guardar los racores en un lugar limpio y seco para prevenir la acumulación de suciedad y corrosión.

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