El cuerpo tubular sirve para proteger el mecanismo de roscado de golpes, virutas y demás
elementos ajenos a su funcionalidad. También es útil su elección cuando se precisa un
mayor resultado estético.
El diseño del bulón de cada horquilla, con un tope en un extremo y fijado con un pasador
en el extremo opuesto, garantizan la máxima fiabilidad.
Gracias al acero inoxidable (AISI 316) con el que está realizado, podemos garantizar una
excelente resistencia a la corrosión, imprescindible para su utilización en ambientes
marinos.